Como introducción, una rumba. Se la escribió a sus vecinos. De Barcelona y otros lugares. Como un mensaje en una botella. «Viva Tu,» un momento suspendido en el tiempo. Una invitación desinteresada, hecha de palabras salidas de una imaginación instintiva más que de un proceso de trabajo definido. Como él mismo ha confesado a menudo, «el azar es el mejor artista de todos los tiempos.» Manu Chao es un coleccionista de lo que él llama «trocitos» que le llegan. Al final, esos trocitos forman una canción. Y no necesita más.
Manu Chao la tocará una y otra vez, y seguirá evolucionando al tiempo que lo hace él. A su modo de ver, las canciones están vivas, en constante mutación. Pero «Viva Tú» no es huérfana. Es la promesa de un álbum.
«‘Viva Tu’ es, ante todo, el amor por mis vecinos. Es una rumba que les escribí a ellos, así como a los vecinos de los demás. Va sobre aceptarte tal como eres y desde el momento en que aceptas quién eres, ¡Viva Tu!»